Debería estar contenta, feliz, pletórica. Debería pensar que todo va a salir bien. Debería pasar de todo y todos y centrarme en la universidad.
Y de repente, lo he decidido. Yo voy a ser como vosotros. Nada de llamar, preguntar, mensajes, cartas o cualquier mierda que luego no respondáis para que yo me sienta como una gilipollas. No saber nada de nadie. Ser yo.
Supuestamente quien te quiere te busca. Supuestamente quien te quiere está ahí. Y yo estoy harta de suposiciones. Estoy harta de tonterías, de que me toquen las narices y de aguantar a las personas. Estoy harta de esas señoras mayores con menos educación que un gremlin que te empujan en el tren. Estoy harta de las tías que te dan con su pelo kilométrico en la cara, de las personas que van fumando delante tuya y no te dejan pasar y te tragas su mierda de humo. De respetar el carril bici y que las bicis vayan por donde les sale de los cojones y casi te atropellen. De que te valga una manzanita de mierda casi un pavo. De que no tengan mi libro de alemán en la librería.
Pero sobretodo me he hartado de usar el móvil y tuenti.
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