Agüita fresca. Es lo mejor para una noche calurosa. Creo que sueño demasiado. No puedo dejar de pensar en un mundo celta, en el cual yo soy Zelda o Mérida. Tengo el pelo largo y salvaje. Y un tengo algo por lo que luchar. Hace ya tiempo que perdí la ilusión por la gente. Y hoy me han vuelto a demostrar que no me equivocaba.
Como siempre, me propuse hacer millones de cosas este verano que no he cumplido. Jamás cumplo lo que me propongo, jamás. Llevo años queriendo montar a caballo. Una eternidad deseando pintar un cuadro. Subir a las setas.
Espero poder cumplir la promesa que hice hace unos 2 años y cinco meses de no dejar de ser quien yo soy. Porque ya me ha demostrado mucha gente que cambiar por alguien no vale la pena, la puñalada va a estar ahí.
Sólo confío en cuatro personas en mi vida. Mis padres, mi hermano y él. Y ni siquiera lo pongo todo en el mismo bote.
Desde entonces nadie sabe más de lo que debe.
Y así es como debe ser.
No hay comentarios:
Publicar un comentario