Luv ya!

jueves, 30 de agosto de 2012

Hoy no es un buen día para soñar.

No puedes pretender ser siempre la víctima de los demás. Nadie es bueno en su totalidad, todo el mundo tiene maldad, en mayor o menor medida, pero todo el mundo tiene un porcentaje de hijoputismo en su interior. Somos egoístas por naturaleza, pensamos en nosotros y da igual quién te haya prestado su apoyo. O tú le harás algo malo a esa persona o esa persona a ti. Podréis seguir manteniendo una relación, claro. Pero, ¿será lo mismo de antes? Todo el mundo falla alguna vez, no pretendas ser bueno. Nadie es bueno, sólo no demasiado malo.
Por eso no me gustan las personas. No me gusta estar con demasiada gente, probablemente de diez personas con las que esté siete me caigan mal. Soy observadora, me fijo en las miradas y los gestos y no suelo descubrir más que desprecio por todas partes. Luego se vuelven hacia ti y te sonríen como si no pasara nada, como si esa mirada de desprecio no hubiera existido nunca.
Somos falsos, tenemos capacidad para mentir y ocultar lo que realmente pensamos. Nos enfadamos cuando alguien nos dice lo mal que lo estamos haciendo, nos enfadamos si alguien nos dice lo que le molesta de nosotros. Luego llevaremos la moralidad y la sinceridad por bandera.
Por eso mismo hace mucho tiempo que paso. Paso de decir lo que me pasa contigo, con este y con aquel, porque ya me demostraron una vez que solo voy a recibir un ''bueno, supongo, SUPONGO, que si he hecho algo que A TI te molestara, lo siento'', seguido de una mirada condescendiente. Todo eso después de yo haberme sincerado de corazón y de que un ''lo siento'' me saliera de lo más hondo de mí. Esas palabras las voy a tener toda la vida clavadas en el corazón y en la mente, no te preocupes por lo que te hagan ni por lo borde que te pongas con la gente.
Te van a criticar igual por la espalda, te van a analizar igual que si fueras la persona más amable del mundo. Dejé de ser la tonta de las sonrisas y empecé a ser un poco más borde cuando no me caéis bien o cuando hacéis algo que no me gusta, a evitar estar con quien no quiero estar y a intentar no arreglar nada.
Tengo amigos contados con los dedos de una mano y me sobran dedos, no voy de fiesta y no me llaman todos los días para preocuparse por mí.
No me preocupa, tengo años por delante para conocer gente que valga la pena. No hay prisa, y de momento, me regodeo viendo a esas personas que tienen mucha gente a su alrededor que no las quiere.
Olvídate de intentar ser bueno, nadie va a serlo contigo.

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