Luv ya!

jueves, 27 de septiembre de 2012

Crónicas de una semana universitaria.

Nunca he sido demasiado sociable y desde que llegué a la facultad mi propósito fue sentarme sola a estudiar. Me complací al ver que todo el mundo hace lo mismo, se sienta solo y coge apuntes y se considera peores a los que se sientan juntos para hablar.
Nadie me mira raro si estoy en el patio leyendo sola apaciblemente Cumbres Borrascosas y si quiero puedo ir a dar un paseo al Prado o a las tiendas del centro.
El problema llega cuando me empapo, me cambian de grupo y sin saberlo estoy yendo una semana a otra clase que no es la mía.
Pero me gusta. Me gusta esa sensación de independencia, de poder ir a mi rollo sin que a nadie le importe ni me mire raro porque me siente a leer completamente sola. Me gusta estar sola y me gusta que respeten mi derecho a estarlo.
Bienvenida a mi vida, universidad.

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