Luv ya!

sábado, 1 de septiembre de 2012

Venice Queen.

A veces, solo a veces, me gustaría irme lejos, muy lejos. Sin nadie a quien conozca. Solo la música, mis dibujos y yo. Pero no puedo. No puedo irme a ningún sitio. No puedo escapar, salir de aquí. No puedo desconectar ni dos minutos. No puedo estar tranquila.
Siempre va a haber alguien ahí, haciendo que yo desee haber nacido en otro país y haber tenido otro nombre. Incluso aunque fuera en Portugal y me llamase Rodriga. Pero lejos de este pueblo asqueroso y su gente que me ahoga.
No me siento parte de nada de aquí. Me siento como una intrusa. No hay ningún sitio en el que me sienta como en casa ni a gusto. En parte, en parte es mi culpa, por ser antisocial redimida. Claro, que quizás no sería tan antisocial si en este maldito pueblo no estuviera la gente más corta de miras que he conocido.
El lunes me voy sola. Me voy al centro sola, con el dinero justo para un helado y mis cascos. Me voy a la fnac, a cotillear las tiendas del centro y no comprar nada y salir con la cabeza agachada y suspirando por esa chupa de cuero con tachuelas por la cual me muero.
A la casa del libro, a la librería beta. A ojear libros como nunca. Luego iré a pasear a Santa Cruz, a la calle del agua.
Y lloraré. Lloraré en cada esquina de la calle del agua porque siento que todo se rompe.


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